Si hay un “karma” para la mayoría de los habitantes que residen en nuestra Ciudad y viven en edificio de departamentos, ese “karma” se llama expensas. Sus valores trepan mes a mes de manera alarmante y fuera de la realidad, ya que, por ejemplo, los salarios no aumentan de la misma manera.
Entre otros reclamos, la protesta solicita mayor control de las administraciones, participación en paritarias, tarifas especiales para consorcios que disponen de servicios centrales.
La movida, que intenta llamar la atención sobre un tema que pareciera no tener fin, se llevo a cabo en la noche del martes, previo al feriado por el 20 de Junio, cuenta con el apoyo y participación de de la Federación de Consorcistas, Red y Unión de Consorcistas, Asociación Civil de Defensa del Consumidor de Bienes y Servicios para la Propiedad Horizontal, entre otras entidades y legisladores porteños.
Por su parte el Gobierno de la Ciudad, motoriza un proyecto denominado “Consorcio Participativo”. La propuesta intentará disminuir gastos considerados innecesarios, reiterativos, con el objetivo de lograr la transparencia en el funcionamiento de las administraciones.
El plan oficial prevé entre otros objetivos, bajar el costo de las expensas entre un diez y veinte por ciento. También considera que no es obligatoria la construcción de una vivienda para el encargado.
En los últimos cinco años, en alrededor de sesenta y cinco mil edificios porteños se triplicó el valor de las expensas.