El 30 de abril finaliza su circulación y no podrán ser aceptados en ninguna compra. Durante el mes de mayo, podrán cambiarse en las instituciones bancarias. La medida anunciada por el Banco Central el 30 de octubre del año pasado, plantea que quienes dispongan de esos billetes pueden canjearlos por monedas o depositarlos en alguna cuenta hasta el 31 de mayo inclusive.
Retirados de la actividad, serán destruidos. Es la primera vez, en veinticinco años, que se toma una decisión de estas características.
La iniciativa forma parte de un plan que promueve mejorar la calidad del circulante.
En junio, los bancos deberán entregar los billetes recibidos al Central, para que puedan ser triturados y finalmente, destruidos.
A través de la aplicación de este programa, a partir de 2017, debido al pésimo estado, deteriorados por el paso del tiempo, fueron eliminados alrededor de 900 millones de billetes de variadas denominaciones.
La movida prevé, la paulatina conversión de los billetes de 5 y 10 pesos en monedas.
Cabe destacar, que la nueva propuesta en cuanto a la familia de pesos, diseñada por el equipo del Central, incluye ediciones actualizadas para los papeles de 20, 50, y 100 $. Además del lanzamiento de billetes de 200, 500 y 1000 pesos.
El billete de 2 pesos irrumpió en el mercado nacional en 1992, en pleno auge de la llamada convertibilidad, de la mano de Roque Fernández, como titular de la máxima autoridad monetaria de nuestro país en ese momento. El ejemplar con la imagen de Bartolomé Mitre, depreció su poder de compra. Vale la pena recordar que cuando salió, equivalía a dos dólares, y que al tipo de cambio actual, apenas alcanzaría los nueve centavos de dólar.
