El Elefante Azul, es un edificio abandonado desde hace 36 años, que se encuentra ubicado en el barrio porteño de Saavedra.
Desde el año 1985, luego de un incendio, el edificio quedó totalmente abandonado, y os vecinos lo llaman el Elefante Azul. Pero detrás de ese enorme edificio, hay una trágica historia.
El Elefante Azul, antiguamente era una clínica neuropsiquiátrica, llamada Saint Emilien, ubicada en Crisólogo Larralde entre Estomba y Naón, en el barrio de Saavedra. Fue considerado el más trágico de la historia en nuestro país hasta la tragedia del boliche Cromañón, en 2004. El inmueble, que se incendió un 26 de abril de 1985, donde murieron 78 personas entre pacientes y enfermeros, aún conserva la fachada y los colores de entonces con pinceladas de óxido.
Una vecina recuerda perfectamente aquel viernes 26 de abril de 1985, cuando a las 21.15 horas, de pronto se incendió imprevistamente, hasta que el fuego alcanzó todos los pisos del edificio donde había 410 personas internadas. “A los heridos y a los muertos los ponían sobre la vereda”, dice Delia de 87 años.
Por su parte, Jorge Pérez, quien en aquel momento era un chico de 8 años, en diálogo con el diario La nación, contó todos los detalles. La noche del incendio había salido a jugar a la pelota con algunos amigos del barrio. Algo llamó la atención del grupo: el humo que salía de las ventanas de la mole. “Mi vieja cruzó y le avisó al recepcionista que se estaba incendiando el lugar. Nadie se había dado cuenta, le habían dado de cenar a los internos y no se habían enterado”, recuerda Perez.
Y agregó que “Cuando llegaron los bomberos, ya era tarde, porque el lugar no tenía escaleras de incendio, los matafuegos estaban descargados y las llamas habían tomado los pisos superiores. Recuerdo que la gente salía desorientada, perdida, escapando de las llamas. Había pacientes sentados en los escalones de casa”.
Por supuesto, la clínica quedó vacía y abandonada hasta el día de hoy. “Siempre me venían a buscar para que ponga en marcha la bomba que desagotaba el agua de los subsuelos. El lugar estuvo cerrado muchos años después de lo que pasó. Volvió a abrir como una clínica de rehabilitación de adictos, trabajó un tiempo, pero cerró porque jamás se hicieron las reformas que debían. Eran más empleados que internos. El lugar estaba quemado en todo sentido”, agrega Pérez.
Pero los vecinos, al ver que nadie recuperaba el predio, juntaron firmas y solicitaron la limpieza del lugar, cosa que finalmente lograron. Sin embargo el Elefante Azul, continúa en el mismo estado de abandono.