Hoy se llevó a cabo la visita guiada y gratuita -organizada por la Revista Horizonte y el Periódico ABC-, a la casa más antigua de Caballito: la Casa del Obispo Jerónimo Podestá, construida en el año 1864 por la familia Cuitiño, reconocidos simpatizantes del caudillo federal Juan Manuel de Rozas, lo que la convierte en una de las casas más antiguas del barrio y de un alto valor histórico y patrimonial. Cuenta además una apasionada historia de amor.
Jerónimo Podestá fallece el 23 de junio de 2000 y en vida se desempeño como obispo de Avellaneda. Estando a cargo de esa diócesis, a mediados de los años 60, conoce a Clelia Luro, que se convierte en una colaboradora muy cercana de su comprometida labor pastoral por los más necesitados, pero por esta relación, Podestá fue suspendido de su obispado y de toda labor sacerdotal en el año 1972.
Podestá, en una época donde el compromiso social y la lucha de derechos humanos, de los sacerdotes no era labor de los cleros, decide en contra de todas las criticas impulsar en 1967, el Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo, para la renovación de la iglesia en una parte donde se vincula la situación de pobreza y desamparo de los mal llamado Tercer Mundo, con la explotación del “imperialismo del dinero” de las multinacionales y el capitalismo ( citados en el Concilio Vaticano II y la encíclica Populorum Progressio del Papa Paulo VI).
Clelia, fallece el 4 de noviembre de 2013, y su vida la dedicó también a la lucha de las necesidades de los más vulnerables. Realiza una labor de prevención sanitaria con los trabajadores del Ingenio San Martín de Tabacal, que se encontraban reducidos a la esclavitud.
El punto de encuentro fue en la esquina de Gaona y Honorio Pueyrredón, frente al Cid Campeador. Los participantes se desplazaron a la casa ubicada Avenida Gaona 1367.
Otro dato histórico que se resalta en esta visita es que el primer habitante de la casa, posterior a esta historia, fue el hijo de Ciriaco Cuitiño quien pinto el frente de la casa color rosa y que aún están. La casa pertenecía a las famosas “quintas del oeste” y que aun sobrevive, por eso en 2004 la Legislatura Porteña declara esta casa como interés cultural.
Las Hijas y nietos de Clelia y Podestá, enseñan la casa a los visitantes que se acercan a conocerla., para mantener viva la memoria.