Se trata “La Buena Medida”, el bodegón ubicado en el barrio porteño de La Boca, que volvió a abrir sus puertas.
El famoso bodegón, que es un verdadero ícono del barrio, había inaugurado en el año 1905.
Pero, dentro del marco de la pandemia, tuvo que cerrar, y luego de permanecer con sus persianas bajas durante un año y medio cerrado, ahora volvió a abrir en la esquina de Suárez y Caboto, frente a la plaza Solís.
La buena noticia es que en hace algunos meses, dos amigos y ex clientes tomaron una decisión muy importante: hacerse cargo del fondo de comercio. Finalmente un día, “La Buena Medida” reabrió sus puertas.
Uno de sus nuevos dueños, Jorge Lafratti, recordó “Acá venía con mi abuelo y mi padre”, y agregó que “No reabrimos para ganar dinero, acá hay mucho corazón, esto es sentimiento puro, sentimos amor por el lugar. La Buena Medida se inauguró una semana después que se fundó el Club Atlético Boca Juniors. En el bodegón pasé mis mejores años. Es histórico para nosotros, nos habla al corazón”.
“Ofrecemos cocina de bodegón, acá no hay ningún plato gourmet. Acá se come bueno, rico, barato, abundante y gustoso. Lo mismo que comíamos con mi abuelo, no hemos cambiado nada”, indicó el flamante dueño.
Por su parte, Maximiliano Mendoza, socio y coprotagonista de esta recuperación de este espacio, dijo: “Acá viví mi infancia, parte de mi crianza. Es el único que quedó en el barrio”.
En tanto, Mendoza se refirió a las consecuencias de la pandemia del coronavirus, por lo que puntualizó que “Se cayó el turismo, pero mantener el bodegón con su historia es inigualable. Nos encanta que nos visiten gente de otros lugares, pero lo pensamos para la gente de La Boca”.
“Tuvimos la oportunidad de hacer arreglos, modificarlo y volverlo vintage, pero sería un sacrilegio”, acuerda Mendoza, y agrega “Queremos devolver un poco de lo mucho que el barrio le dio al bodegón”.
Luego, Lafratti recuerda la historia del bodegón, cuando señala que “Acá nunca se perdió la ceremonia del aperitivo, vienen, se toman su copa de vino, y se van, más tranquilos. Todavía hay bohemia, muchos vienen a tomar su copa y a leer”, agrega.
Lo cierto es que para todos los clientes, Lafratti les recuerda que en el bodegón se puede comer “una polenta con bolognesa, albóndiga con puré, napolitana con fritas, guiso de mondongo, de lentejas, tortilla de papas”, entre otras especialidades.