Se trata de la Avenida Jorge Newbery del barrio porteños de Chacarita.
El tramo de la avenida Jorge Newbery, entre Córdoba y Corrientes, tuvo que reinventarse durante la pandemia, para que sus locales no tuvieran que cerrar durante la cuarentena que se implemento por la pandemia.
Por eso, a partir de la autorización de reabrir, otorgada por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, los locales comerciales y gastronómicos ubicados sobre la avenida Jorge Newbery, entre Córdoba y Corrientes, en el barrio de Chacarita, se vieron obligados a implementar una serie de nuevas ofertas, y ganar público. Las propuestas vas desde locales gastronómicos nuevos, indumentaria de diseño, dietéticas (que sin duda fueron las protagonistas de la cuarentena), verdulerías y hasta un vivero.
Vanda Crisanti, dueña del bar Lutero, ubicado en Newbery y Fraga, señaló en diálogo con el Diario La Nación, dijo que “Esta movida vino para descomprimir un poco lo que pasa en Palermo, que ya se desvirtuó”.
Según contó Crisanti, debieron pasar la pandemia con tapeos, pizzas y bruschettas y agregó: “Tenemos excelente relación con los demás emprendimientos, nos apoyamos y organizamos actividades en conjunto, como noches especiales con DJ, y muestras de arte”.
Por otra parte, Cristina Narváez y Silvia Mazzi, socias de Legado Natural, que se encuentra en Newbery y Roseti, señalan que “Cuando anunciaron la primera cuarentena no lo dudamos. Subimos los percheros con la ropa de la boutique al primer piso, despejamos el local y nos volcamos a los productos de almacén, panes de masa madre, semillas, dulces caseros. Algo más que una dietética corriente”.
Asimismo, las socias relatan que su local empezó a ser uno de los nodos de la UTT (Unión Trabajadores de la Tierra), que distribuye bolsones de fruta y verdura agroecológica y lácteos cooperativos.
Otro de los locales de este corredor de la Comuna 15, que comienza al 4000 de la avenida Jorge Newvery y continúa por Guevara, Fraga, Roseti, Charlone y Córdoba, está a cargo de Nadine Zlotogora y Camila Narbaitz. Ellas reacondicionaron una tapicería detenida en el tiempo, venden ropa amplia de algodón natural y mapas ilustrados por artistas.
Y así, muchos locales más del corredor de Chacarita, se reinventó en cuanto a variedad de productos, ofertas imperdibles siempre con los protocolos pertinentes.