Los vecinos y vecinas de los edificios del sector Containera, inaugurados hace sólo dos años en la Villa 31, denuncian algunas deficiencias en los departamentos, y exigen que se solucionen antes de firmar las escrituras.
Una de las preocupaciones de los vecinos tiene que ver con el intento de la Secretaría de Integración Urbana de avanzar con la escrituración cuando aún no se han resuelto muchas cuestiones.
En relación a esta situación, los vecinos manifestaron: “Tenemos miedo de que el hecho de firmar nos convierta en dueños no sólo de la vivienda sino de todas sus fallas y de que el organismo se desentienda de su responsabilidad. Al conformar el consorcio, a su vez, seremos dueños de las fallas de todo el edificio y no sólo de nuestros problemas con las viviendas particulares, que de por sí ya son muchos”.
La gran mayoría de los vecinos, un 91% para ser precisos, aseguró que en estas condiciones, dada la poca seguridad que tienen en relación al importe de las cuotas y el costo de los servicios, no firmará la escritura.
Además Tomás Capalbo, integrante de la Mesa y del Instituto de investigaciones Gino Germani, manifestó a un medio de prensa que “el relevamiento se hizo para llevar datos duros a la mesa de discusión con el Gobierno. Encontramos que todos tienen algún problema, y algunos son graves porque son fallas de construcción. Por eso, los vecinos no quieren escriturar hasta que se solucionen todos los problemas”.
Respecto de los servicios, un 48% de los vecinos, manifestaron que su funcionamiento no es bueno, mientras que un 35% los considera malo, y sólo el 17% lo calificó como bueno.
Asimismo, también dentro del marco de las denuncias que realizaron los vecinos, contaron que los cortes de elecricidad y agua son frecuentes y sin aviso. Por este motivo, reclaman que es imprescindible que se mejore el funcionamiento de todos los servicios antes de firmar las escrituras, cuando deberán comenzar a pagar por los servicios.
Las denuncias surgen a partir de un relevamiento que llevó adelante la Mesa de Urbanización del barrio para identificar el estado en el que están las viviendas en las que viven 106 familias; indagar acerca de las percepciones de los vecinos respecto del funcionamiento de los servicios; y para conocer cuál es la posición de los vecinos con relación a la escrituración.