Desde la Gobierno de la Nación, declararon Monumento Histórico a las estaciones de tren Constitución, Once, Retiro y Federico Lacroze.
Estas estaciones de la Ciudad de Buenos Aires, mencionadas, son construcciones realizadas entre finales del siglo XIX y principios del siglo XX.
Mediante un decreto, que ya fue publicado en el Boletín Oficial, el Gobierno Nacional declaró Monumento Histórico Nacional a los edificios de las estaciones de tren de Constitución, Once, Federico Lacroze y General Belgrano de Retiro.
Dicho decreto, lleva la firma del presidente Alberto Fernández, del jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, y del ministro de Cultura, Tristán Bauer.
La razón que otorgaron las autoridades nacionales, para otorgar la distinción es que en el período que va desde los años 1880 hasta 1900 “la expansión ferroviaria conformó una nueva imagen arquitectónica dentro del perfil urbano y suburbano porteño que estuvo caracterizada por la construcción de las grandes terminales, así como por la renovación de las estaciones intermedias”.
En tanto, acerca de la estación Plaza Constitución, recordemos que sufrió la estructura original fue encargada a los arquitectos de Parr, Strong & Parr en 1883 y “se conformó a través de un volumen central saliente, de composición académica, correspondiente al acceso principal, flanqueado por dos alas con entrada para carruajes y volúmenes esquineros exentos, ambos jerarquizados por mansardas”. Luego sufrió 3 remodelaciones más.
Esta es “una nueva construcción, de lenguaje ecléctico neorrenacentista, que se complementaba con una amplia nave de cabriadas metálicas sobre los andenes, de excelente composición y diseño arquitectónico”.
si hablamos acerca de la estación General Belgrano de Retiro, esta construcción fue proyectada entre 1909 y 1912 por los arquitectos Louis Faure Dujarric y Robert Russell Prentice, es la estación cabecera de la empresa Central Córdoba-Extensión Buenos Aires.
Según el Decreto, esta edificación se encuentra “bajo un lenguaje academicista, los arquitectos unificaron las distintas alturas que constaban de alas laterales bajas con accesos secundarios flanqueando un cuerpo central saliente de tres niveles”.
Por su parte, la terminal ubicada en el barrio porteño Once de Septiembre, del antiguo Ferrocarril del Oeste de Buenos Aires, fue proyectada por el arquitecto holandés John Doyer y constaba de un volumen compacto, de planta baja y dos niveles, con dos fachadas iguales, una hacia la avenida Pueyrredón, donde se localizaba el acceso principal, y la otra sobre la Plaza Miserere, con un acceso de menor envergadura. Por su parte, la estación Federico Lacroze, del ex Ferrocarril General Urquiza, caber recordar que fue construida a mediados de la década de 1950, entre 1951 y 1957. Aquí se reflejan los lineamientos de la arquitectura moderna en Buenos Aires, presenta en su acceso principal un gran frente vidriado que genera una amplia relación interior-exterior a escala urbana.
