Quién no recuerda esa voz característica de “Qué Suerte”, o “El baile del ladrillo”, su presencia familiar, de cabellera rubia, ojos vivaces y permanente sonrisa. .. Imposible no recordarla. Figura icónica del “Club del Clan”, la expresión de la música popular joven de nuestro país, allá sobre el final de la década del 50, comienzos de los 60.
Dueña de una impecable trayectoria artística de cincuenta años, editó más de treinta discos, participó en decenas de programas televisivos/comedias musicales, y en cine también, esta notable figura del espectáculo nacional, se llamaba en realidad, Ana María Francisca Adinolfi. Violeta Rivas fue el nombre de fantasía otorgado a partir de la firma del primer contrato con la compañía discográfica RCA.
Nacida en la localidad bonaerense de Chivilcoy, donde obtuvo, a los cinco años, su primer premio en un concurso de canto. Poco tiempo después, junto a la familia, se mudaron al barrio de Parque Patricios, donde se crió, comenzó a estudiar canto lírico y piano.
En 1964 conoció al cantor de tangos, Néstor Fabián, con quien posteriormente se casa, juntos tuvieron una hija: Analía. Una pareja consolidada lejos de los escándalos, que también compartieron escenarios en teatros, clubes y canales de televisión.
El sábado 23 de junio al mediodía, la increíble “Viole” de ochenta años de edad, comenzó una gira sin retorno. Hacía una semana aproximadamente que se encontraba internada en el Sanatorio Güemes, debido a complicaciones surgidas de su estado de salud precario, hasta que un paro cardíaco bajó el telón de sus días para siempre. Sus restos fueron inhumados en el Cementerio de la Chacarita.
