La Unión Tranviarios Automotor (UTA) convocó a un paro total de colectivos en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), debido al conflicto surgido por el aumento salarial y la responsabilidad de su financiamiento. A diferencia de ocasiones anteriores, el Gobierno no puede dictar la conciliación obligatoria para frenar la medida de fuerza.
La UTA anunció un paro de colectivos en el AMBA para el próximo viernes, a menos que las empresas paguen el aumento salarial aprobado por las autoridades nacionales. Las compañías argumentan que no cuentan con los recursos económicos necesarios para afrontar dicho incremento.
En medio del conflicto sobre quién debe asumir el costo del aumento salarial para los trabajadores del sector, la UTA ha convocado a un paro total de colectivos en el AMBA. A diferencia de situaciones anteriores, el Gobierno ya no puede intervenir mediante la conciliación obligatoria para desactivar la medida.
La disputa surgió después de la última reunión paritaria, en la que las autoridades nacionales concedieron el incremento solicitado por los representantes sindicales. Sin embargo, las empresas de transporte se retiraron de la negociación sin firmar el acuerdo, argumentando su falta de recursos económicos para cumplir con el aumento.
Las compañías se negaron a avanzar en las negociaciones y solicitaron una actualización de los subsidios estatales que reciben para poder hacer frente al aumento salarial. La UTA pidió un incremento retroactivo para elevar el salario básico a 262 mil pesos desde abril, así como un bono por única vez y no remunerativo de 32 mil pesos, y viáticos diarios para todos los trabajadores.
A solo cinco días del inicio de julio, las empresas comenzaron a pagar los salarios sin el incremento acordado entre el Gobierno y el sindicato. Ante esta situación, la UTA emitió un comunicado advirtiendo que, en caso de no cumplirse con el aumento acordado, se procederá a la retención inmediata de tareas a partir de las 00 horas del viernes 7 de julio.
El secretario general de la UTA, Roberto Fernández, expresó su malestar ante la falta de responsabilidad asumida por las empresas y el Gobierno en este conflicto. A su vez, fuentes cercanas a las cámaras empresariales han señalado que las compañías no cuentan con los recursos económicos necesarios para afrontar el aumento salarial y consideran que el paro puede ayudar a visibilizar la problemática existente.
En esta ocasión, el Ministerio de Trabajo ya no puede dictar la conciliación obligatoria para obligar a los colectiveros a prestar el servicio durante las negociaciones paritarias. Sin embargo, las empresas enfrentan dificultades para llevar a cabo una medida de fuerza de esta magnitud, ya que sigue vigente la norma que les permite suspender la licencia de operación y asignar temporalmente las líneas afectadas a otras compañías, pero esta sanción solo se aplica cuando la protesta es convocada por la patronal y no por un gremio.
Fuentes del Ministerio de Transporte confirmaron que se han transferido los subsidios a las empresas del sector durante esta semana, sin ningún incremento, lo que indica que el conflicto es entre el sindicato y las empresas, y no involucra directamente al Gobierno.