El Ministerio de Ambiente y Espacio Público de la Ciudad de Buenos Aires proponen la elaboración de “mapas de ruidos” para conocer los niveles a los que se expone la población porteña y así descubrir las causas que lo provocan para establecer un plan de acción.
Se realizará un relevamiento de tránsito para confeccionar un mapa de ruido, en las Comunas 12 y 13, para recoger información se releva por dichas comunas en un circuito de 18 punto fijos. Se inicia a partir de las mediciones de los flujos vehiculares livianos y pesados a los que se le agrega el ruido de trenes en horarios diurnos y nocturnos.
Un mapa de ruido es aquel que representa cartográficamente los niveles de presión sonora (ruido) existentes en una zona concreta y en un período determinado. La utilidad del mapa de ruido es determinar la exposición de la población al ruido ambiental, para así adoptar los planes de acción necesarios para prevenir y reducir el ruido ambiental y, en particular, cuando los niveles de exposición puedan tener efectos nocivos en la salud humana.
Las fuentes de ruido más importantes que se pueden encontrar en zonas habitadas son las siguientes:
tráfico rodado: constituye la principal fuente de ruido en zonas urbanizadas, ferrocarriles, Aeropuertos y aviación, Actividades industriales (cabe destacar el ruido originado en áreas de construcción, tanto de infraestructuras como de edificación), actividades recreativas (propio de áreas urbanas, las fuentes más problemáticas se ubican próximas a lugares de ocio nocturno como bares y boliches), vecindario (las actividades producidas a diario por las comunidades de vecinos: perros, equipos e instrumentos de música, voces, etc) e Instalaciones (aparatos de climatización, ascensores, etc).
Para la Organización Mundial de la Salud (OMS), los sonidos por encima de los 70 dB resultan molestos y si superan los 90 dB, se vuelven dañinos. El estudio producido por la Agencia demostró que los niveles de ruido se encuentran por encima de lo recomendado y que el tránsito es el mayor generador de ruidos.
Algunas de las consecuencias de los sonidos por encima de los 70 DB son pérdida progresiva de audición, irritación y cansancio, este provoca disfunciones en la vida cotidiana, tanto en el rendimiento laboral como en la relación con los demás.
El ruido con niveles superiores a los 80 DB puede aumentar la agresividad.