La obra artística ubicada en la entrada de la Galería Jonte será restaurada tras años de numerosos reclamos vecinales por el ente Patrimonio Histórico de la Ciudad.
Ubicada en la avenida Álvarez Jonte al 4700, en el barrio de Monte Castro, la galería Jonte fue inaugurada en 1964 con un mural en la entrada pintado por el artista Juan Manuel Sánchez al que tituló “La familia”, con un aire del Picasso cubista, con colores ocres, con un fondo fabril.
En el transcurso del tiempo hubo un reclamo de la Junta Histórica de Monte Castro para la puesta en valor del mural por las vecinas que integran la organización. Una de ellas, Leticia Maronesse, era secretaria General de la Comisión para la Preservación del Patrimonio Histórico y Cultural. Desde ese rol logró en 2008 que “La Familia” fuera incluido en una selección de ocho murales del Grupo Espartaco que serían declarados Patrimonio Cultural de la Ciudad de Buenos Aires, mediante la sanción de la ley 3677. En 2011, también gracias a su gestión, se los incluyó en un catálogo de murales protegidos que necesitaban ser restaurados.
Luego, otra integrante de la Junta, arquitecta especialista en patrimonio cultural y asesora de la Gerencia de Patrimonio porteña, Rossana Castiglioni, fue siguiendo de cerca el expediente con los pedidos que llegaban a la gerencia solicitando la puesta en valor del mural y ella se aseguraba que fuera respondido. A principios del 2020 un vecino del barrio Monte Castro se hizo cargo de esta área del Ministerio de Cultura Emiliano Michelena.
En plena pandemia, el funcionario impulsó un plan para revitalizar el bagaje cultural de barrios no abordados habitualmente desde la perspectiva patrimonial, comenzando por Flores y Monte Castro. La iniciativa, bautizada como “Mi barrio – Mi patrimonio”, ofreció la oportunidad ideal para volver a poner sobre la mesa la restauración del mural de Sánchez, que acumulaba varias solicitudes previas.
Entonces, el proyecto comenzó a tomar forma. Se sumó la Sociedad Central de Arquitectos solicitando un Mecenazgo, la Fundación Santander aportó el dinero y el Centro Tarea de la UNSAM asumió el compromiso de la restauración.
En tanto, Emiliano Michelena indica que “el trabajo sobre este mural esperamos que sea un puntapié para activar la vida cultural del barrio”. Y agrega “Vamos a acompañarlo con actividades de reconocimiento y visitas guiadas”
A su vez, Mary Ribaudo, representante de la Asociación de Comerciantes expresa que la intención del organismo es que “todo el alumnado de las escuelas del barrio venga a conocer el mural cuando se lo inaugure”.
En cuanto al mural, Ana Morales, integrante del Centro Tarea, el principal Centro de Restauración de Latinoamérica, dependiente de la Universidad Nacional de San Martín, indica que “tiene mucha suciedad, además de polvillo, tiene mucho hollín; le han instalado una luminaria en el centro que las palomas usan para posarse, entonces también está sucio por sus deyecciones”. Y continúa “En segundo lugar, algo muy notorio, son los faltantes que tiene el mural: han hecho una suerte de hueco, de perforación, que ha llevado a la pérdida de la cara de una figura femenina, arriba a la izquierda”, cuyo equipo será el encargado de restaurarlo. “Otras mermas tienen que ver con perforaciones por tarugos, tornillos, clavos, que suponemos se deben a que han colgado cartelería, y que también van a ser removidas”, agrega.
