Debido al contagio del personal se ha registrado el cierre de varios locales y la restricción del horario en los últimos días.
Fue ante el crecimiento récord de contagios con la variante Ómicron. Gastronomía es uno de los gremios más castigados por la tercera ola del coronavirus. Los comerciantes temen que de expandirse de manera exponencial los casos positivos, la tan ansiada reactivación presente un retroceso.
Desde el inicio de la pandemia la gastronomía ha sido uno de los rubros más afectados y muchos vienen con la ilusión de sacar provecho en el verano debido a la flexibilización de las medidas restrictivas. Justo en el momento cumbre de la temporada los bares y restaurantes se ven forzados a reducir sus horarios de atención y disminuir los espacios disponibles en los salones por falta de empleados qué debieron ser aislados por presentar covid-19 o ser contacto estrecho.
Según la Federación Empresaria Hotelera Gastronómica Argentina el 25% de los empleados del rubro están fuera actividad.
Una gran cantidad de cadenas gastronómicas de la Ciudad de Buenos Aires tuvieron que tomar medidas con respecto a esta situación. Una de las cadenas de comida rápida más importantes ha manifestado que está muy cerca de cerrar temporalmente algunos de sus locales ya que cuenta con un 20% menos de su plantel.“Estamos muy apretados tratando de sostener el horario de atención. desde el punto de vista económico también es un problema ya que debemos pagar la ausencia laboral de los casos positivos y de los contactos estrechos y las horas extras de quienes los están cubriendo” manifiestan desde dicho lugar.
El empresario de la gastronomía Santiago Olivera propietario de dos locales ubicados en el barrio de Palermo asegura “el escenario es complicado, entre la menor cantidad de turnos y los extras para compensar las bajas, tuvimos que cerrar Lado V y el centro de producción momentáneamente. Sans tiene cerrados el primer piso y la terraza. Achicamos las cartas porque no tenemos otra opción. Cada día es peor”.
La búsqueda de personal temporario ha llegado a triplicarse según datos del Grupo Gestión pero no obstante llegar a reemplazar los faltantes que surgen de manera abrupta es una situación muy complicada.
Por otra parte Gustavo Fernández Capiet secretario de Fehgra (Federaciòn Empresaria Hotelera Gastronómica de la Republica Argentina) puso hincapié en la diferencia que hay entre la actualidad y el momento más crítico que tuvo la cuarentena: “Estamos lejos de esa situación. El problema es la mochila de la deuda que arrastramos. Un empresario me comentó que por el cierre de su local perdió $400.000 por día. el interrogante es si esta situación se sostendrá o empezará a ceder. Es incierto cuando se normalizará”.
