Un barrio de nuestra Ciudad, pero que en realidad, no se trata de un barrio más…Su geografía adquiere para los porteños y los argentinos en su conjunto, un carácter fundacional, a través de su casco histórico y una vida cultural, de anticuarios, de enorme valor y trascendencia. Es uno de los primeros paseos que el turismo de otras capitales del mundo desea realizar ni bien aterriza en Caba.
La degradación de las normas, o la carencia de las mismas, hacen que los manteros ocupen el espacio público de manera irregular en desmedro de los comercios, tiendas, casas de antigüedades, diseño. Los domingos entre escándalos de gente alcoholizada, etc, “San Telmo parece Venezuela” de acuerdo al comentario que con bronca, dolor y frustración expresan numerosos vecinos que esperan desde hace mucho tiempo que las autoridades tomen las medidas necesarias.
Cuando se intrusa la realidad barrial, se pierde el objetivo, su personalidad y comienza un camino de empobrecimiento, marginalidad, falta de seguridad y como en este caso, particularmente significa que hayan bajado la persiana alrededor de doscientos locales.
El estado de anomia que se vive en el querido San Telmo es muy grande, situación que se multiplica durante los fines de semana y feriados.
Las autoridades no han brindado una solución al problema hasta ahora. Lo concreto es que además de los manteros, que se escudan desde una cooperativa, también aparecen supuestos representantes del grupo de resistencia mapuche como puesteros.
Es de esperar que a la brevedad, sin shows mediáticos, ni manipulación de la realidad, el barrio sea recuperado para su gente, sus emprendimientos, anticuarios, junto a todos los viajeros que nos visitan.
