Más de 600 niños, niñas y sus familias disfrutaron de funciones de cine adaptadas para personas con trastorno autista en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). La iniciativa, llevada a cabo por Disney y una importante cadena de cines, permitió que estos niños y niñas, junto con otros que presentan neurodivergencias, pudieran disfrutar de la película “La Sirenita” sin verse afectados por estímulos sensoriales perjudiciales.
El domingo en tres salas de cines del AMBA, más de 600 personas participaron en las primeras funciones adaptadas que Disney y la cadena de cines ofrecieron para niños y niñas con trastorno del espectro autista (TEA) y otras neurodivergencias. Durante estas funciones distendidas, los niños tuvieron la oportunidad de disfrutar de la película sin tener que enfrentarse a estímulos sensoriales dañinos ni recibir miradas de desaprobación de los demás espectadores por expresar sus emociones.
En la función de “La Sirenita” realizada en la sucursal Alto Palermo de la cadena de cines Cinemark Hoyts, Guadalupe (10) le comentó a su mamá la ansiedad que sentía al observar el enorme reloj de manecillas que indicaba el tiempo restante antes de que comenzara la película. Sin embargo, pronto se dio cuenta de que el tiempo de espera se reducía y se mostró emocionada ante el comienzo inminente de la proyección.
Esta función distendida en el Alto Palermo fue una experiencia novedosa para 175 personas, ya que constituyó la primera proyección especialmente adaptada para personas neurodivergentes que se realizó en una sala de cine dentro de un shopping. Al mismo tiempo, otras personas disfrutaron de funciones similares en los cines Cinemark Alto Avellaneda, en Avellaneda, y Soleil Premium Outlet, en San Isidro, donde pudieron sumergirse en la historia de “La Sirenita” protagonizada por la actriz y cantante afroamericana Halle Bailey.
Hasta ahora, las funciones de cine distendido se habían ofrecido principalmente en centros culturales y cines de ciudades más pequeñas, por iniciativa estatal o de organizaciones de la sociedad civil. Sin embargo, no había antecedentes de este tipo de funciones en grandes cadenas comerciales y mucho menos en colaboración con una de las principales compañías de la industria cinematográfica.
Agustín Fontana, padre de Lisandro de 5 años, quien tiene trastorno del espectro autista, expresó su satisfacción con esta nueva opción de entretenimiento: “Uno viene más tranquilo y ellos son más libres. Es una hermosa experiencia que debería hacerse siempre porque cada vez hay más chicos con autismo y me extraña que, tratándose una ciudad como la de Buenos Aires, la oferta sea tan acotada”.
Durante la función, los niños y niñas tuvieron diferentes formas de disfrutar de la película. Algunos miraban la pantalla mientras eran acunados por sus padres de pie, otros se hamacaban en sus asientos, se sentaban en el pasillo o en las escaleras, y algunos permanecían de pie junto a sus asientos, completamente absorbidos por lo que ocurría en la pantalla. En caso de que algunos niños lloraran o gritaran, los padres tenían la opción de retirarse un momento a un área de regulación, donde había cómodos sillones y juguetes para restablecer la calma y luego regresar a la sala o volver a casa tranquilos.
Las funciones de cine, teatro o espectáculos en vivo “distendidos” se caracterizan por incorporar adaptaciones cognitivas y reducir los estímulos sensoriales, con el objetivo de hacerlos accesibles para personas neurodivergentes. En el caso del cine, se suavizan los efectos de luz y sonido, se permite una mayor libertad de movimiento en la sala ocupando solo el 70% de su capacidad, se disponen espacios para ayudar a regular las emociones en caso de crisis, se capacita al personal y se utilizan pictogramas para señalizar lugares y acciones esperadas, entre otras medidas.
En este sentido, Belén Urbaneja, vicepresidenta de Responsabilidad Social Corporativa, Gestión de Marca y Diversidad, Equidad e Inclusión de Disney para la región, explicó que esta función de cine distendido es una de las primeras que se ofrecen en una cadena comercial a nivel nacional y destacó el desarrollo de recursos gratuitos para que la industria pueda replicar esta experiencia.
Por su parte, Gabriela Leoni Olivera, psicóloga especializada y cofundadora de Salidas Inclusivas, enfatizó la importancia de que todas las salas de cine de Argentina, Latinoamérica y el mundo ofrezcan funciones distendidas de todas sus películas, para que todos puedan disfrutar de ellas. Esta iniciativa conjunta entre Disney y Cinemark-Hoyts cuenta con el asesoramiento de la ONG Salidas Inclusivas y de especialistas en inclusión social y cultural de personas neurodivergentes, convivencia y accesibilidad.
El concepto de “neurodivergencia” se basa en la idea de “neurodiversidad”, que reconoce que todas las personas procesan la información de manera diferente, ya sea sensorial o cognitiva. Sin embargo, entre el 10% y el 20% de la población procesa la información de manera aún más diferente, y se los denomina “neurodivergentes” o “neuroatípicos” en contraposición a las personas “neurotípicas”. Algunas de las neurodivergencias más comunes son el trastorno del espectro autista (TEA), la dislexia, el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDA-H), el déficit en el procesamiento de información y el síndrome de Tourette, entre otros.