El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, por año, deberá plantar 100 mil árboles autóctonos.
Esta determinación la tomó la Legislatura porteña, según la ley sancionada el jueves pasado, votada por unanimidad, y será parte de un programa de reforestación. A partir de esta medida, se esperan grandes beneficios para la Ciudad.
Por decisión de la Legislatura Porteña, la Ciudad de Buenos Aires deberá sumar 100.000 árboles cada año.
La medida, pertenece a un programa de reforestación centrado en las Comunas 3, 9, 10 y 14, que son las que registran los más bajos niveles de arbolado. Por ende, esta medida será un verdadero aporte contra los factores del desarrollo urbano que impactan en el ambiente.
En este sentido, la ley pretende alcanzar, en un plazo de 7 años, un 35% de cobertura arbórea del espacio aéreo de la Ciudad, contados desde la entrada en vigencia de esta norma.
Cabe señalar, que los árboles disminuyen el efecto de la isla de calor, atemperando los extremos de temperatura, moderan los vientos y ayudan a acotar el riesgo de inundaciones repentinas, se explicó en la sesión.
Según establece la ley aprobada, “La definición de los lugares de plantación se realizará en función de aspectos ambientales, paisajísticos y utilitarios. Se priorizarán las planteras de alineación vacías o subocupadas. Y los espacios de dominio público de las comunas que registren menor cantidad de ejemplares, conforme los datos del último censo realizado”.
En el año 2018, cuando se realizó el último relevamiento de arbolado público, había 431.326 árboles de los cuales 370.916 se encontraban en veredas. Y había 60.140 emplazados en parques, plazas y jardines. El censo de 2018 reveló que hay unas 20.132 planteras vacías y otras 9.027 que están subocupadas albergando especies de pequeño porte.
Roy Cortina, vicepresidente tercero de la Legislatura y diputado del Partido Socialista, fue el impulsor de la medida, quien durante la sesión señaló que “El objetivo final no es otro que potenciar cada uno de los efectos positivos que la diversidad de árboles produce en el hábitat urbano, contribuyendo de ese modo a cumplir con el mandato de los artículos 26 y 27 de la Constitución de la Ciudad que consagran el derecho a gozar de un ambiente sano y el deber de defenderlo en provecho de las generaciones presentes y futuras”.
